Está sobredicho lo difícil que es ser. Una lucha diaria
contra la pulsión de muerte. Ella orgullosa se mezcla, interfiere, nos seduce,
enloquece. La vida se abre camino, se arrastra, entonces pinta, la muerte
ensucia, tacha, desentona y la vida ilumina, deslumbra, renace y repara.
Mientras pintaba, Sabina liberaba su propia lucha endemoniada en una canción y
mis pensamientos le pertenecieron, al desconcierto, la soledad y la tragedia de
la vida.
Me paso el tiempo trabajando en ser un sujeto, sujeta a
la energía, a mis emociones, a los pensamientos mas profundos, al esfuerzo y a
dejar lo expres, lo delivery, lo que esperan de mi. Sin embargo, soy para
muchos un objeto, objeto de deseo, de odio, objeto de poder, una simple cosa
plausible de ser manipulada. Otra
canción, otra pincelada, el mismo cuadro. Pensaba que debería empezar y
terminar un cuadro en un día, porque cada vez que lo vuelvo a pintar mis
emociones elijen otro color… por ahí, ese es el misterio, por ahí esas sean las
historias que pueda leer alguien alguna vez entrelineas o simplemente sean
misterios que queden encriptados para
siempre.