Destapar el primer óleo, desnudar el color, abrirlo a
nuevas líneas. Hacer de la paciencia un acto de amor posible, amor que espero.
Los recuerdos de amores pasados y empuñar el pincel con la esperanza de haber
aprendido algo, cometer los mismos errores, deslumbrarse de aciertos. Los
mundos superpuestos, las emociones primarias, los reflejos. El aire que se
torna brisa mientras un silencio de pelo y tela diseña estelas en algún
irascible mar.
Mas allá de las raíces, hay vuelos posibles. Soy una
mujer árbol con alas…