El verano, el calor que a todos sofoca y a mi me vuelve a
la vida. Mis pies que pueden estar por fin libres de medias. Los frutos…
Inmediatamente pienso en mis hijos, pero hay mas que forma parte de la cosecha.
Mi cuarto lleno de cuadros, mis cuadros colgados en paredes ajenas. Mis pinceles
libres y mi mente mas despierta. La
familia y la convivencia, el trabajo y las relaciones de poder, las
humillaciones y todo como parte de un crecimiento. Me siento en un lugar
diferente, en un lugar desde el cual todo se resignifica, donde pude reparar,
donde tengo el registro de las cosas que en vano intenté reparar. Pienso en
todas las cosas que decididamente son logros éste año para mi y no puedo evitar
sonreír. Entonces me siento con la tranquilidad de pensar en nuevos desafíos,
por eso y por muchas otras cosas ligadas a la pasión, es que decidí volver a estudiar…
pero eso recién es una semilla.