Me vino a la memoria cuando en la primaria intentaban que
todos escribiéramos, entonces para quitarle a la escritura, su vital sentido de
identidad, decidían por todos cuales eran los temas. Escribir y pintar me
remiten a los actos vitales más individuales, no quiero decir con esto egoístas,
sino que van de uno hacia los demás, mantienen la particularidad, lo singular,
o así debiera ser. Entonces el embrollo de pintar a pedido. Ya sean amigos o gente
interesada en comprar. Así como la vaca, nacieron éstos tulipanes. Me
desacomode, me incomodé y después descubrí que incluso a pedido yo no podía
dejar de pintar como soy. De todas maneras todavía no lo firmo, todavía siento
que le falta algo al cuadro…
Y entonces la frase, contundente: “Un pintor es un hombre
que pinta lo que vende. Un artista en cambio, es un hombre que vende lo que
pinta.” Pablo Picasso