La parte mas difícil: empezar un cuadro… claro al menos
para mi. Imaginármelo, crearlo en mi mente ocupa un segundo de tiempo en
comparación con el infinito espacio que me lleva a realizarlo. La falta de
herramientas hace que mi inconsciente se sienta a sus anchas. Hoy mientras
pintaba me dejé de aciertos y de errores, jugué. El resultado a la vista puede
parecer desastroso, pero… no pinto para establecer un nuevo ícono de belleza,
no pinto para regocijarme en la belleza establecida, pinto para ser más yo. Me
divertí un montón, mezclé lo que no había que mezclar y las voces de mis
profesoras fueron ecos que decían a una voz: Integra los colores, difumina. .. nada
importó, la estaba pasando bien. La lección fue la siguiente, se puede borrar,
corregir, hasta lograrlo. Un trapo limpio trementina, paciencia, una sonrisa y
desapareció! Lo que molesta simplemente chau… uff que bueno sería hacer lo
mismo en otros ámbitos! Vamos mi hombre
Pavo Real, vamos que podemos!